Tal vez no son muchas las personas que establecen un vínculo entre la salud del cerebro y el ejercicio físico, pero las investigaciones son cada vez más claras en resaltar esta asociación, pues la actividad física sí que contribuye con el mejoramiento o buen funcionamiento del cerebro, logrando que su deterioro se pueda prevenir, al igual que es una opción magnífica para promover las capacidades cognitivas.
¿Por qué el ejercicio es bueno para la salud cerebral?
En un primer momento se puede pensar que el ejercicio es tan sólo una vía mediante la cual se puede responder al interrogante de cómo bajar de peso rápido, pero lo cierto es que el ejercicio también es bueno para la salud cerebral, ya que este es un órgano que depende bastante el sistema cardiovascular.
Además de lo ya mencionado, el cerebro funciona de un modo más eficiente si se practican actividades físicas regularmente, tenga en cuenta que la salud cardiovascular sí que tiene un impacto grande y directo en la salud del cerebro.
Para confirmar lo anterior, son varias las investigaciones que se han realizado en torno a la relación entre una práctica frecuente de ejercicio y su impacto en la disminución de enfermedades neurodegenerativas. Igualmente, se han identificado mejoras en funciones cognitivas o en sus beneficios a nivel psicológico.
Los beneficios emocionales y psicológicos de hacer ejercicio
La actividad física repercute de modo positivo en las emociones y la condición psicológica, es decir, la salud mental se ve beneficiada. Tenga en cuenta que este es un aspecto fundamental para el buen funcionamiento del cerebro. Algunos de los elementos que vale la pena que se resalten sobre esta asociación del ejercicio y la salud cerebral son:
- Reducir o prevenir la depresión – Por sus características, la actividad física se puede considerar como un antidepresivo natural, destacando que incide en una mayor producción de serotonina, el cual es un neurotransmisor asociado con la sensación de bienestar o la mejora del estado de ánimo.
- Reducir la ansiedad y el estrés – Con la práctica de ejercicio el organismo va a liberar endorfinas, lo cual contribuye en que se reduzca el estado de irritación e inquietud.
- Aumentar la creatividad y la autoestima – La actividad física impacta en un aumento de la motivación, la vitalidad y la autoestima. Cada uno de los aportes ya mencionados va a traer como consecuencia que la persona sea cada vez más proactiva y creativa.