Son muchas las incógnitas que se tienen en torno a la grasa parda, pero no siempre se suministra la información suficiente para resolver estas dudas. Al respecto, investigaciones recientes han identificado que existe una asociación entre la grasa parda, bajar de peso y otros procesos relevantes.
¿Qué es la grasa parda?
Se conoce como grasa parda, aquella que se activa en el momento en que se percibe la sensación de frío. De modo contrario a lo que sucede con el tejido graso blanco o amarillo, cuya tarea es la reserva de energía, la grasa parda tiene una implicación importante para la salud, al igual que para bajar de peso rápido.
Se sitúa principalmente en la zona pericardial, supraclavicular y alrededor de órganos como los riñones y páncreas. Se trata de un tejido muy efectivo a nivel metabólico el cual tiene una cantidad importante de mitocondrias. Presenta una función termorregulador y para los bebés tiene una importancia relevante.
¿Cómo funciona la activación de la grasa parda?
En el momento en que una persona pasa frío, hay una mayor cantidad de grasa quemándose para generar calor. La explicación se encuentra en que la grasa parda se estimula. Asimismo, el ejercicio físico parece que activa esta clase de grasas, lo que tiene consecuencias para la eliminación del tejido adiposo blanco.
La información más interesante sobre lo anterior, es que un grupo de investigadores científico que hay una relación positiva entre la ingesta de melatonina y un aumento de la grasa parda. De esta manera, se propone que esta es una hormona que puede ser muy eficaz para controlar el peso a través de la estimulación de la grasa parda.
De todas maneras, los estudios se han ejecutado con animales, por lo cual, las conclusiones que se han encontrado hasta el momento no se pueden extrapolar a ser humano. Sin embargo, los expertos anotan que tejido graso marrón o pardo se lo puede asociar con bajar de peso, además de regular la glucosa en la sangre.
Finalmente, se tiene que poner en consideración que el modo en que está grasa se distribuye no es de carácter homogéneo entre las personas, y también hay una variación por considerar en lo que se refiere a los sexos. En el caso de las mujeres, las observaciones nos dicen que ellas presentan una cantidad mayor de este tipo de tejido, aunque las investigaciones siguen avanzando.