Riesgos del consumo abundante de carne roja para la salud

Sin importar cuál sea el origen de la proteína, es determinante para disfrutar de un óptimo estado de salud. En ese orden de ideas, se puede seleccionar entre proteínas de origen animal o vegetal, aunque siempre siendo conscientes que ninguna puede ser mucho más conveniente que otra dependiendo de cada momento.

Origen diferente: Tipos de proteína diferentes

A grandes rasgos, tanto los alimentos de origen vegetal, como vegetal, hacen parte de una misma clasificación celular, pero es la composición química de los tejidos la que diverge notoriamente. Este tipo de información puede ser relevante para bajar de peso rápido y diseñar un plan de alimentación acorde.

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Teniendo en cuenta lo anterior, la diferencia entre la proteína animal o vegetal tiene que ver con el tipo y la cantidad de eslabones que hacen parte de sus cadenas proteicas, que se denominan como aminoácidos. Son 20 las que se necesitan para que se pueda cumplir con todas las funciones y de ellas, nueve se obtienen únicamente con la alimentación.

Además, las proteínas animales contienen casi todas en su totalidad, a diferencia de los vegetales que presentan deficiencias importantes. Sin embargo, aunque la proteína de origen animal tiende a ser más completa para sintetizar los tejidos y también cumplir con otros elementos del funcionamiento del cuerpo, las tendencias recientes en la alimentación saludable, sugieren limitar su ingesta.

De acuerdo con las investigaciones, todo parece indicar que una ingesta en abundancia de carne roja tiende a incidir en la prevalencia de enfermedades cardiovasculares, obesidad e incluso cáncer.

Posibles riesgos de consumir proteína animal

No significa necesariamente que su ingesta sea negativa para la salud, pero cuando ocurre en abundancia y con regularidad, se pueden desencadenar distintos problemas. En ese orden de ideas, las observaciones apuntan a destacar las siguientes posibilidades:

  • Presencia de grasa saturada – La fibra muscular que tiene la carne roja presenta grasa saturada, que se asocia con un riesgo mayor de enfermedades cardiovasculares.
  • Incremento de enfermedades crónicas – Es probable que aumente el riesgo de la diabetes tipo II o hipertensión arterial cuando se consume proteína cárnica.
  • Elevar el contenido de purinas – Las bases púricas que tienen las carnes van a implicar que se presenten trastornos en el metabolismo como la litiasis renal, la gota y de las vías urinarias.
  • Elevado contenido de colesterol – Por lo general, la carne roja se caracteriza por su exceso de colesterol, así que incrementan los niveles plasmáticos y también el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

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