3 hábitos que pueden estar ocasionando ansiedad por la comida

La ansiedad por la comida es una de las primeras condiciones sobre las que hay que trabajar para poder garantizar que se pueda bajar de peso de manera saludable. Tenga en cuenta que este es un asunto relevante sin importar que se trate de las dietas detox o de cualquier otro tipo de plan alimenticio.

Un ejemplo de lo anterior, es que la ansiedad por la comida suele ser resultado que viene dado por un exceso de estrés. En otras palabras, lo anterior ocasiona que se sienta más hambre de lo habitual y que se opte por elecciones alimenticias que son negativas.

Hábitos que pueden estar ocasionando ansiedad por la comida

Saltarse el desayuno

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Aunque algunas personas piensan y consideran que saltarse el desayuno es un hábito bueno para perder peso, ya que se llega a la conclusión que es una forma de ahorrar calorías, la realidad nos dice que si se ignora esta comida principal, el metabolismo se va a ralentizar y la ansiedad va a aumentar.

En otras palabras, es fundamental que se mantenga un desayuno balanceado y completo, en donde hay que incluir fuentes de fibra, antioxidantes y proteínas. Tampoco hay que reemplazarlo por un simple café con galletas y debe ser moderado en grasas.

Ingerir bebidas alcohólicas

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Con la ingesta en exceso de bebidas alcohólicas, se está sometiendo el cuerpo a una práctica negativa sin que las personas lo sepan, pues hace que se incremente el deseo por comer alimentos ricos en grasa y azúcar.

La explicación se encuentra en que sus compuestos químicos hacen que la sensibilidad del cerebro se aumente ante las señales externas de los alimentos, como por ejemplo el caso del dolor. En otras palabras, hay que limitar el consumo de las bebidas alcohólicas y mejor dar prioridad a la ingesta de agua.

Un mal manejo del estrés

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Los deseos insaciables por comer en las personas son bastante comunes cuando se atraviesa de forma continua episodios de estrés. Ahora bien, aunque en algunos casos se produce inapetencia, en la actualidad casi siempre se manifiesta como una sensación de hambre que acaba con unas grandes raciones de comida.

Hay que evitar la exposición a situaciones de estrés constante, dedicar minutos el día para una técnica de relajación y controlarse con agua o alimentos que sean bajos en calorías, en caso contrario será muy difícil que la ansiedad por la comida pueda ser controlada.

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