Es mucho lo que se habla y menciona sobre las propiedades de la fruta para perder peso, pero el inconveniente principal con esta clase de información, es que no siempre se hace énfasis en cuál es el método más adecuado para garantizar que este tipo de alimentos en realidad cumplan con esa función.
No hay que olvidar que aunque se haya seleccionado un plan de alimentación particular entre una serie de alternativas, como por ejemplo las dietas personalizadas, no hay que olvidar que todas las frutas incluidas en ese cronograma de una u otra manera van a ser ricas en fructosa.
Es a partir de lo anterior que resulta fundamental aprender a tomar decisiones en cuanto al momento del día, el tipo de fruta que se elige, los alimentos que la acompañan, entre otras variables más.
4 recomendaciones para comer fruta y bajar de peso
Las frutas ideales para adelgazar
Lo más pertinente para todos es no tomar la decisión de darle prioridad a un solo tipo de fruta, sino hacer todo lo posible para establecer combinaciones entre ellas. En ese orden de ideas, algunas de las recomendaciones por ser los productos más indicados, se destacan: la piña, fresas, manzana verde, toronja, arándanos, papaya, kiwi agridulce, sandía, uvas negras, granada, limón y las peras.
Fruta para tomar en ayunas: El limón
Una combinación entre un vaso con agua y el jugo de un limón, es una excelente decisión para hidratar el organismo y depurarlo desde el primer momento del día. Con esta clase de hábito el cuerpo va a estar protegido del colesterol y de la hipertensión.
¿Jugo o fruta natural?
Lo ideal es que usted consuma la fruta en su estado natural y si es posible, incluyendo la piel. Se hace mucho énfasis en lo anterior, porque los alimentos que son procesados, en la mayor parte de los casos pierde su contenido en fibra, además de incluirse entre ellos una alta cantidad de azúcares y productos químicos que terminan por ser contraproducentes.
¿Fruta verde o madura?
En principio puede parecer un tema que no es tan relevante para muchos, pero lo cierto es que elegir entre la fruta que aún está verde y la que ya se encuentra madura, implica cierto tipo de resultados para el cuerpo:
- Fruta verde. Destaca por tener más clorofila y menos fructosa, así que su aporte en azúcar es menor. El problema es que es difícil de digerir y puede generar ardor.
- Fruta madura. Es digestiva y sienta bien, pero nivel calórico es alto.