La velocidad a la que se ingieren los alimentos sí tiene influencia en la respuesta que tiene el cuerpo. Puede ser que para la mayoría de las personas no se trata de una variable realmente relevante dentro de su plan de alimentación, pero las observaciones han demostrado que sí influye.
¿Por qué comer rápido es malo?
Son muchos los motivos por los que comer rápido es malo para el cuerpo, sin importar que se trate de dietas detox o de cualquier otro tipo de plan de alimentación. Sin embargo, en este caso mencionamos dos razones principales.
La inhibición del apetito no ocurre con eficiencia
La saciedad es clave al comer, ya que se trata de una alerta que el cuerpo tiene para detenerse. En ese sentido, en una revisión científica, se ha encontrado que la inhibición del apetito se explica por múltiples factores, entre ellos la distensión estomacal.
Más allá de lo anterior, las glucemias cuentan con la capacidad de suprimir el apetito. En la boca, hay varios receptores de glucosa, que si se estimulan correctamente van a poner en marcha algunas reacciones fisiológicas saciantes.
En otras palabras, al comer despacio aumentar la cantidad de glucosa que se absorbe a nivel bucal, por lo cual se va a producir una supresión progresiva del apetito. Una persona que mastica muy bien sus alimentos, con toda la calma que se merece, va a ser menos propensa a que ingiera cantidades excesivas posteriormente.
Aumente el riesgo de molestias gástricas
Los problemas digestivos son muy comunes en el mundo actual. Si no se identifica una patología concretamente, es probable que sea una situación motivada por una mala masticación de lo que se come.
Comer rápido no va a permitir desmenuzar los productos en la boca, por esa razón, el estómago y el intestino van a estar enfocados en realizar un esfuerzo mayor. Esto significa una reducción en la velocidad digestiva, al igual que un aumento del riesgo de molestias.
Por otro lado, engullir la comida implica que se trague cierta cantidad de aire, una situación perjudicial para quienes ya presentan una tendencia a la generación de flatulencias a nivel intestinal. Asimismo, cuando todo este caso pasa por el tubo digestivo, puede implicar molestias y dolor. Además, hay estudios científicos que vinculan este tipo de procesos con los denominados cólicos o algunos daños inconvenientes en general para la microbiota intestinal. Es mejor comer despacio.