En todo plan de alimentación para bajar de peso rápido hay que fijarse en hasta los más pequeños detalles, por ese motivo, evaluar si la velocidad en la que se come influye al adelgazar, es una muy buena medida para ir modificando hábitos que no son beneficiosos para cumplir con este propósito.
¿Influye la velocidad a la que se come al adelgazar?
No siempre se tienen cuenta, pero la realidad nos dice que la velocidad a la que se come, termina por convertirse en un factor importante para promover una buena digestión, favorecer la pérdida de peso y en general lograr unas mejores condiciones para el cuerpo.
En ese sentido, además de enfocarse en los alimentos que se pueden o no se deben comer, también hay que fijarse en cómo hay que comer. Algunos estudios apuntan que la velocidad a la que se ingieren los alimentos se puede relacionar con el aumento de peso, así que la recomendación es comer lento.
Impacto de comer rápido en las hormonas: Bajar de peso
En diversas situaciones se ha conseguido demostrar que cuando se come demasiado rápido la segregación de hormonas se reduce y ellas son las que indican saciedad. En conclusión, lo que ocurre con el organismo, es que se termina por comer en exceso, cuando en realidad esas cantidades no son lo que requiere el organismo.
De esta manera, una sugerencia es hacer todo lo posible para empezar a comer de manera consciente, es decir, seleccionando los alimentos de buen modo y al mismo tiempo, garantizando una ingesta que sea lenta y en la que se analice mentalmente cada bocado, ya que de esta manera se alcanzará el punto de saciedad el menor tiempo y se va a llegar a una condición que en verdad necesito el cuerpo. En otras palabras, sin excesos.
¿Qué hacer para reducir la velocidad a la que se come?
Sin importar el alimento que se quiera comer, tenga en cuenta que menos de 20 minutos es una velocidad excesiva. Algunos consejos son:
- El espacio es más importante de lo que se cree, tiene que ser tranquilo y que nos invite a comer de una manera relajada.
- Los expertos sugieren comer con la televisión apagada o cualquier otro tipo de elemento que desvíe la atención.
- Entre 20 y 25 masticaciones por bocado.
- Usar cubiertos, incluso comer pizza.
- Comer con otras personas para socializar y comer más despacio.