¿De qué se trata la dieta DASH?
Cuando se habla de la dieta Dash, se hace referencia al acrónimo que se forma con las iniciales de las siguientes palabras anglosajonas Dietary Approaches to Stop Hypertension, que traducida al español significa que es un plan nutricional pensado para de frenar la hipertensión.
¿En qué consiste la dieta DASH?
Como plan de alimentación esta es una dieta equilibrada que puede ser sugerida por parte de un médico cuando se necesita disminuir la presión arterial. A grandes rasgos se la define de la siguiente manera:
- Se basa esencialmente en la ingesta de vegetales, frutas, productos lácteos libres de grasa o con un contenido mínimo.
- Es una dieta baja en grasas saturadas, sal, grasa total y colesterol.
- El consumo de carne roja, azúcares añadidas, dulces y bebidas con azúcar es limitado.
- Es rica en magnesio, potasio, calcio, fibra y proteína.
¿Por qué la dieta DASH es útil para estar sano?
Una de las principales razones por las que se eleva la presión arterial o sanguínea, tiene que ver con el exceso de consumo de sodio o sal. Piensa en que algunos alimentos ya traen naturalmente sal, pero usualmente se les agrega un poco más de sal al prepararlos o procesarlos. Se calcula que con esta dieta se disminuye a 2.300 mg al día el consumo de sal.
Así mismo, por las características de la dieta DASH en cuanto a la presencia de betacaroteno, licopeno e isoflavonas, el organismo va a estar protegido ante la osteoporosis y diabetes. Incluso a lo anterior se le añade su capacidad para reducir el riesgo de una enfermedad del corazón por la disminución que ocasiona en el nivel de lipoproteína de baja densidad.
Una breve introducción a la dieta DASH
Para que puedas imaginar de manera mucho más precisa su composición, más o menos se trata de incorporar los siguientes alimentos a tu vida. Además, te invitamos a consultar un poco sobre los tamaños de las porciones, según el momento del día y su tipo, para que tu dieta sea perfecta.
- Granos enteros.
- Vegetales
- Frutas
- Leche o productos lácteos con un bajo contenido en grasa.
- Carnes magras, pescado y ave.
- Nueces, leguminosas y semillas.
- Grasas y aceites.
- Dulces con bajo contenido en grasa.
- Sodio (sin superar los 2.300 mg al día).
De todos modos se anota que esta dieta puede ajustarse a las necesidades particulares de cada persona, ya que es un plan de alimentación relativamente flexible.